D. José Segovia Gálvez y “La Virgen de las Angustias de Algarrobo, su Capilla y el Gran Vendaval” (18/07/2022)

 

En el ochenta aniversario de la llegada de Nuestra Señora de las Angustias a la Villa de Algarrobo, llega hasta nuestro archivo un documento audiovisual de enorme relevancia, se trata de la primera Historia/Leyenda que se encuentra registrada de Nuestra Señora de las Angustias, contada personalmente por uno de los descendientes directos de la protagonista de esta historia. 

El siguiente suceso que vamos a relatar tuvo lugar en los años 30 del siglo XX aproximadamente; como primera protagonista encontramos a Dª María Gil Ariza, madre de Dolores Gil Rodríguez y bisabuela de D. José Segovia Gálvez, y como segunda protagonista a Nuestra Señora de las Angustias. Esta historia fue contada por Dolores Gil Rodríguez a su nieto, D. José Segovia Gálvez. 

📜"Corría un día cualquiera de los años 30, la familia de María Gil Ariza se levantaba todas las mañanas a las 5:30 antes de clarear el día para ir a realizar sus labores en el campo. María vivía en la actual C/ Angustias, en el callejón que encontramos antes de llegar a la Capilla, en aquellos tiempos las dos casas que se encontraban al lado de la Capilla no existían, lo que allí se encontraban eran unos terrenos sembrados generalmente de papas y un gran limonero, la Capilla no se situaba próxima a ninguna casa. María Gi Ariza a la edad de entre 60 o 65 años aproximadamente, se encontraba ya viuda e iba en compañía de su hija, Dolores Gil Rodríguez y sus nietas; Carmela y María, hijas de Dolores. 

Ellas vivían muy próximas a la antigua Ermita de San Sebastián. Estas iban en solitario al campo debido a que los hombres se encontraban en la Guerra Civil, concretamente el padre de José Segovia Gálvez y su tío (Hermanos), lucharon en bandos opuestos. Todas las mañanas al pasar enfrente de la Capilla de Nuestra Señora de las Angustias toda la familia se persignaba y daba gracias a la Virgen de las Angustias por darle la salud que les permitía ir a realizar las labores en el campo. Toda la familia excepto María Gil Ariza, ella siempre que pasaban les gritaba y les reprochaba: “¡Vamos, no perdáis el tiempo!”, “¡Eso son tonterías!”, etc. por lo que nunca realizaba la señal de la cruz al pasar, ni se paraba ante la Capilla, etc. 

Un día por la mañana, María Gil Ariza pasó sola sin la compañía de su hija y nietas, al transcurrir delante de la Capilla de Nuestra Señora de las Angustias sin persignarse, como era habitual, acaeció un acontecimiento que permaneció para siempre en la memoria de María y que le hizo reconducir su fe; Una potente corriente de viento, un gran vendaval, bandeó a María desde un extremo de la Calle en la que se encontraba la Capilla hasta el otro extremo, así por sucesivas veces. María quedó espantada y aterrorizada ante tal suceso, ocurrió un día tranquilo sin vientos ni tormentas, pero justo en ese instante se produjeron esas potentes corrientes de aire. María se dio cuenta que debía de ser obra de Nuestra Señora de las Angustias, un acto divino que le hiciera reconducir su fe y no recriminar a su hija y nietas el amor que le profesaban a la Santísima Virgen cada vez que pasaban por su puerta. A partir de ese momento María Gil Ariza siempre que pasaba por delante de la Capilla no solo se persignaba, sino que se arrodillaba ante Nuestra Señora de las Angustias pidiéndole perdón por haberse apartado del camino de la Fe y del Amor, a partir de este momento nunca más volvió a sucederle un acontecimiento similar." 

Desde estas líneas animamos que nos hagan llegar cualquier tipo de información o historia, ya sea en vídeo o redactada, es para nosotros fundamental perpetuar y guardar todas las historias que se encuentren relacionadas con Nuestra Señora de las Angustias, todos nosotros debemos de ser guardianes y protectores de la historia para que se mantenga y conozcan generaciones venideras

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